EDITOR:
Llego Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América, se esperaba que el dólar diera un aumento pero afortunadamente y hasta el momento de escribir esta nota, sigue por debajo de los 21 pesos, lo que sí, es la homofobia del Señor gobernante del vecino país, temerosos deben estar los ciudadanos que pertenecen a la gran comunidad LGBTQ y más; incluso arrepentidos algunos de haber votado por él en las pasadas elecciones, pero se les aviso, la locura de este señor rebasa cualquier limite.
Tantos años que han luchado por sus derechos y en un país de primer mundo son hechos a un lado con el chasquido de los dedos, ¿Cuántos transexuales se verán reprimidos? Y los otros homofóbicos, atacaran sus preferencias porque el mandatario lo hace, esto puede desencadenar en una serie de suicidios de esta comunidad al no sentirse parte de un País.
Por otro lado, en algunas vacaciones que he tenido la fortuna de viajar dentro del país, las éticas de conducta y reglamento de muchos de ellos prohíben las acciones de afecto y amor entre adultos y por ello existen los hoteles solo para adultos, pero a veces tienes que tener mente muy amplia pues en la alberca del hotel están como mínimo dos parejas de hombres besándose y toqueteándose, ojo no digo que sea malo pero si a los fumadores ya no nos permiten hacerlo en cualquier lugar porque otros si tienen facilidad de realizar otras acciones que podrían dañar la moral de muchos, no la mía.
Recuerdo que en Querétaro capital, hubo una ley hace unos 25 años donde estaba prohibido que las parejas de novios se besaran e incluso las que eran sorprendidas, las trasladaban a las galeras y después de pagar una suma por el delito de actos amorosos que alteraban el orden ciudadano salían libres; por un lado, se brinda la libertad, pero por otro muchos lo toman como libertinaje.
Y después rematamos con los hijos de migrantes nacidos en allá, que miedo que algún conciudadano denuncie tu estadía y tenga que abandonar toda una familia ese país en el que han vivido durante un tiempo.
Vaya debate que sentarán estas decisiones platicas en las mesas de las familias norteamericanas y cuantos Spring Breakers llegarán a México ávidos de demostrarse ante los demás su amor, así cerramos el primer mes del año y con la sorpresa de que, del otro lado de la frontera del norte ya es el Golfo Americano, que les escribo ante la terquedad… mejor nos leemos la próxima, haber que tal nos va.
L. Gabriel Meléndez Meneses
Director General.
Llego Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América, se esperaba que el dólar diera un aumento pero afortunadamente y hasta el momento de escribir esta nota, sigue por debajo de los 21 pesos, lo que sí, es la homofobia del Señor gobernante del vecino país, temerosos deben estar los ciudadanos que pertenecen a la gran comunidad LGBTQ y más; incluso arrepentidos algunos de haber votado por él en las pasadas elecciones, pero se les aviso, la locura de este señor rebasa cualquier limite.
Tantos años que han luchado por sus derechos y en un país de primer mundo son hechos a un lado con el chasquido de los dedos, ¿Cuántos transexuales se verán reprimidos? Y los otros homofóbicos, atacaran sus preferencias porque el mandatario lo hace, esto puede desencadenar en una serie de suicidios de esta comunidad al no sentirse parte de un País.
Por otro lado, en algunas vacaciones que he tenido la fortuna de viajar dentro del país, las éticas de conducta y reglamento de muchos de ellos prohíben las acciones de afecto y amor entre adultos y por ello existen los hoteles solo para adultos, pero a veces tienes que tener mente muy amplia pues en la alberca del hotel están como mínimo dos parejas de hombres besándose y toqueteándose, ojo no digo que sea malo pero si a los fumadores ya no nos permiten hacerlo en cualquier lugar porque otros si tienen facilidad de realizar otras acciones que podrían dañar la moral de muchos, no la mía.
Recuerdo que en Querétaro capital, hubo una ley hace unos 25 años donde estaba prohibido que las parejas de novios se besaran e incluso las que eran sorprendidas, las trasladaban a las galeras y después de pagar una suma por el delito de actos amorosos que alteraban el orden ciudadano salían libres; por un lado, se brinda la libertad, pero por otro muchos lo toman como libertinaje.
Y después rematamos con los hijos de migrantes nacidos en allá, que miedo que algún conciudadano denuncie tu estadía y tenga que abandonar toda una familia ese país en el que han vivido durante un tiempo.
Vaya debate que sentarán estas decisiones platicas en las mesas de las familias norteamericanas y cuantos Spring Breakers llegarán a México ávidos de demostrarse ante los demás su amor, así cerramos el primer mes del año y con la sorpresa de que, del otro lado de la frontera del norte ya es el Golfo Americano, que les escribo ante la terquedad… mejor nos leemos la próxima, haber que tal nos va.
L. Gabriel Meléndez Meneses
Director General.
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