Después de cinco años sin saber el uno del otro, Santa Fe Klan se volvió a encontrar con Luz, su expareja, trabajando en la calle para salir adelante. Ella había dejado sus planes en pausa para apoyar a su familia, mientras él seguía creciendo en su camino musical.

Al verla en esa situación, tomó una decisión inesperada: volvió al día siguiente y le entregó un regalo que cambiaría su rumbo. Le compró una pequeña panadería, contrató a personas para ayudarla y también cubrió los gastos de sus estudios.

“No puedo volver atrás, pero sí ayudarte hoy”, le dijo.

Ahora, Luz dirige su propio negocio, retomó su educación y vive una nueva etapa con más estabilidad y esperanza.
Hay reencuentros que llegan justo cuando más se necesitan.

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